What you don't have???!!!!
Para los ninos de Agra, Varanasi o Delhi, un turista es una cosa grande y blanca llena de dinero, o en su defecto, bolis, chocolate o cualquier otra cosa divertida. El juego es ser lo suficientemente listo para conseguir que la cosa grande y blanca deje caer un punado de monedas. Como dar golpes a una piñata, vaya.
Asumo que los ninos Indios han sido educados en sus casas para no robar. Esto lo asumo porque en India no nos robaron, y hubiera sido muy facil. Pero en lugar de eso, los ninos optan por:
-Insistir. Es facil. Eso lo hacen normalmente los ninos mas pequenos. Te tiran del pantalon mientras dicen “madam, madam, hello, hello”. Algunos son realmente buenos.
-Ofrecer algo. Muchas veces viene junto con la insistencia (anecdota 1) y se puede convertir en un modo de vida cuando el nino es adulto. Es entonces cuando la linea que separa la venta del robo se hace fina fina. Entonces las anecdotas son mas bien cabreantes (anecdotas 2 y 3). Pero cuando los ninos son los protagonistas, las historias son entranables a su modo (anecdotas 4 y 5).
El truco esta en mirar al turista y pensar en que se le puede ofrecer. Si va a pie, puede querer ir en taxi, o aunque no quiera, simplemente PUEDE ir en taxi, asi que se puede insistir. Una vez en el taxi, las posibilidades son multiples, desde el hotelito con comision hasta insistir en ser tu unico taxi en el tiempo que te quede, y que por favor sea mucho, en la ciudad. (anecdota 6)
Dado que es un turista y tiene dinero puede comprar una serie de articulos que varian desde drogas hasta alfombras. El turista necesita muchas cosas. Un hotel, un restaurante, un barco para pasear por el rio, visitar una fabrica de saris, papel higienico y agua mineral. Estos dos ultimos articulos no los usan los indios, asi que deben pensar que los turistas son bolsas blancas de dinero que consumen todo tipo de chorradas. Si no se tiene nada material que ofrecer las dos manos que Dios nos ha dado son buenas para un masaje (anecdota 7), y dado que el turista camina, puede querer a alguien que le muestre el camino. Para esto sirven los dos pies. Las posibilidades son simplemente infinitas.
El turista es algo que gasta dinero… y ya. Si el turista no esta gastando dinero, podria estarlo, solo depende de tu creatividad (anecdota 8). De nada sirve tratar de razonar, decir que de hecho no tienes dinero, que estas enfermo y vas a quedarte en el hotel, que estas en medio de una importante discusion con tu alma gemela, que quieres estar solo. El indio te mirara con incredulidad, insistira e insistira en que compres el elefante de madera, y al final dira “por que te enfadas?"
El turista puede tener miedo del indio, pero no al reves. Esa ingenua bolsa de dinero es a los ojos del indio un nino inocente que usa papel higienico y agua mineral. Te dicen “don’t worry, my friend, follow me, no problem, don’t be afraid” Te llevan por toda la ciudad en taxi, pierden su tiempo contigo dando por hecho que vas a pagar. Y cuando pagas, nunca es suficiente. Hay que darle otro golpecito a la piñata, a ver si cae algo mas.
Para mi, el resumen, la confirmacion, la imagen que vale mas que mil palabras es un nino que nos salio al paso gritando “What you don’t have???!”. Creo que si le hubiera dicho “la paz mundial y un marido rico” el hubiera respondido “no problem”
For children in Agra, Varanasi o Delhi a tourist is a big white thing full of money, pens, chocolate or any other funny thing. The game consists on being smart enough to force the white thing to put some of that fun stuff in your hands. It is like kicking a piñata.
I’m assuming that Indian kids are educated in the belief that stealing is a bad thing. I’m assuming this because we weren’t mugged in India. And we were an easy target. Despite stealing, the children have these options:
-Insist. It is easy, usually done by the youngest children. They grab your trousers and repeat “madam, madam, hello, hello”. Some of them are really good.
-Offer something. Usually comes together with the “insist” option (story 1), and you can make a living out of it when you are an adult. It is when the line between offer and steal gets thinner (story 2 and 3). But when the children are involved is kinda sweet (story 4 and 5)
The trick is to look at the tourist thinking what you can offer to him. If he is walking, he might want a taxi, what the fuck, he CAN go by taxi, so you can insist. Once in the taxi there are multiple possibilities, from hotel with commission to insist on being the only and exclusive taxi the tourist is going to take (story 6).
Since the guy is a tourist has money, since he has money he can afford a range of articles from drugs to carpets. The tourist needs a lot of things. A hotel, a restaurant, a ship to cross the river, visiting a sari shop, toilet paper and mineral water. These two last things are not used by the locals, so they have the right to think that a tourist is a white big bag of money that consumes a lot of stupid things. If they don’t have anything better to offer, those two hands are good for a massage (story 7) and since the tourist walks he might want somebody to show the way. You only need your feet for that. The possibilities are simply infinite.
The tourist is something that spends money… only. If the tourist is not spending money, could be doing so, it just depends on your creativity (story 8). It is hopeless trying to argue, claiming that you don’t have money, that you are sick and want to stay in the hotel, that you are in the middle of an argument with your soulmate, that you just prefer to be alone. They will look at you, somehow confused, and will insist on you buying that ugly marble elephant, and finally will say “are you angry, why are you angry?”
The tourist is usually afraid of the local, but never the other way around. That naïve bag of money is just a child that needs a lot of toilet paper and mineral water. They tell you “don’t worry, my friend, follow me, no problem, don’t be afraid”. They take you around the city, spend their time with you, giving from granted that you are going to pay. And when you pay, it is never enough. It is always worth to kick again the piñata. Just in case.
For me, the summary, the confirmation, the picture that is worth one thousand words is the child that approached us shouting “What you don’t have???!”. I have the feeling if I had said “world peace and a rich husband” he would have answered “no problem”.
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